Mucho se habla acerca del reiki. Este método de canalización energética cuenta con muy buenas opiniones en tiempos recientes. Es cierto que se conoce desde hace tiempo el uso del reiki, pero es en los últimos años que ha ganado más popularidad. Se puede afirmar que su uso responde al deseo de conseguir modos de relajación y tranquilidad.
Si debemos definirlo, diremos que es una técnica de canalización de la energía. Además, esta transmisión se lleva a cabo a través de las manos. Se trata de una estrategia japonesa usada para la sanación, relajación y mejorar el estado emocional. Su modo de acción se apuntala en la “imposición de manos”, también llamado “toque terapéutico”.
Algunos conceptos e ideas importantes sobre el reiki
Para entender el reiki, es necesario comprender varias de sus cualidades y conceptos. Tal vez, lo primero a saber es la idea del “emisor”. Se entiende por emisor la persona que impone las manos. En quien palpa, quien libera la energía que se transmite al otro. Un emisor debe estar capacitado para comprender su propia energía. También, para canalizar tanto en el ámbito de los dedos como de las palmas.
¿Qué es lo que transmite un emisor? Un emisor sabe emanar de sus manos un fluido energético llamado “qi”. El “qi” se define como un flujo de energía vital. Es una cualidad inherente a todos los seres vivos, pero no todos los seres vivos saben usar y transmitir el qi. El reiki parte de la premisa de que los problemas de las personas suceden por un desorden en el qi. Por lo tanto, es necesario reinyectar ese flujo energético.
Finalmente, tenemos el concepto de receptor. Un receptor es la persona que recibe el qi por parte del emisor. La aplicación de las manos depende de los inconvenientes manifestados por el receptor. No es igual una imposición de manos por depresión, que otra por una lastimadura en la espalda. Justamente, aquí es donde entra la habilidad del emisor, así como su entrenamiento en el arte del qi.
¿Cuáles son los beneficios del reiki?
La forma en que el emisor libera el qi a través de sus manos cambia. Muchas veces, una sesión de reiki puede parecerse a un ejercicio de masaje terapéutico; pero no es igual. Quizás, la bondad esencial es que otorga relajación al receptor. También, permite distraerse y sentir la energía sanadora del contacto. Otras cualidades son las siguientes:
- Mejora la conciencia corporal. La actividad de palpar hace que las personas sepan mejor en qué condición están y sientan mejor su propio cuerpo.
- Permite que las emociones reprimidas pasen a ser mejor entendidas. Digamos que el tacto con las manos ayuda a que las emociones dejen de ser algo abstracto.
- Mejora el rendimiento fisiológico de las células. La piel mejora notablemente, así como los músculos y los sentidos en general.
- Se activa la capacidad del cuerpo para auto-sanar. Muchas veces, el qi de las personas permanece dormido. La imposición de manos del emisor permite que el qi de las personas tome fuerza nuevamente.
- Facilita el sueño. Esta característica es muy importante en personas que padecen de angustia o depresión.
- Es ideal para sustituir malos hábitos. Como, por ejemplo, la bulimia. También, es perfecto para tratar ciertas manías de adicciones. Un fumador compulsivo consiguió en el reiki la serenidad que busca a través del tabaco.
Son muchos los beneficios de esta práctica. No obstante, hay que entenderla en su verdadera dimensión. No es un sustituto de tratamientos quirúrgicos. Tampoco se le puede considerar como un tipo de medicina alternativa. Es una terapia, que complementa otras actividades de salud. Digamos que es algo parecido al yoga, así como otros métodos de relajación y terapias alternativas.
La evolución del reiki a lo largo de los siglos
Entendemos el reiki de una manera muy particular en el siglo XXI. Hay que entender que es una práctica muy antigua. Sus orígenes están en Japón, pero usando técnicas que llegaron desde china al archipiélago nipón. Por otra parte, lo que ahora entendemos como reiki es una suerte de occidentalización de este concepto, mezclado con ideas de la cultura hindú.
Luego que viajeros europeos llegasen al Japón, muchas de estas ideas se trasladaron a occidente. En este nuevo escenario, se entremezclaban con conceptos como los chakras y el aura. El resultado es una técnica que procura que las personas aprendan a sentirse mejor. También, que tengan mejor conciencia de sí mismos. Tener una mejor conciencia corporal es el primer paso hacia la auto-sanación.
¿Cómo es una sesión de reiki?
Tradicionalmente, se hace de manera presencial. Se necesita que el emisor y el receptor se encuentren uno frente al otro. En primera instancia, suele ocurrir que la imposición de manos sucede en la cabeza, espalda, brazos y muslos. También, en aquellos lugares donde los chakras indican que hay puntos de energía en el cuerpo humano.
Igualmente, se puede usar una camilla de masajes para llevar a cabo las sesiones. Tales sesiones pueden tener una duración de unos 45 minutos. Además, son sesiones repetitivas. Una persona que recibe el qi lo hace regularmente: cada semana o cada mes.
Pero hemos dicho que el reiki ha cambiado mucho. No solo ha recibido influencia de la cultura hindú. Ocurre que también se ha impregnado de los conocimientos de la psicología. Por eso, es que ha surgido la modalidad del “reiki a distancia”. Este último consiste en una conversación entre el emisor y el receptor. La idea es que en esta charla haya un intercambio de qi. La energía negativa sale de la persona afectada y, en su lugar, recibe el qi del emisor.
Valoración final del reiki
Muchas personas son escépticas respecto a este método. No obstante, es un método terapéutico muy eficaz. Se ha demostrado que coloca en excelente disposición a los pacientes en un pre-operatorio. También, que es una manera perfecta de lograr la relajación. Además, muchas personas apuestan por el reiki en sesiones de su vida diaria. Gracias a esta práctica, logran aminorar el estrés y ganan mayor confianza en sí mismos.