En la actualidad, el debate sobre la energía está a la orden del día. Cada vez son más las personas que se replantean su consumo eléctrico, que buscan una compañía de luz barata como OVO Energy y sobre todo, que apuestan por la energía verde. Actualmente, la energía solar tiene muchos adeptos ya que es la fuente de energía renovable más económica y más segura. Sin embargo, aún quedan ciertos desafíos que afrontar para aprovechar al máximo su rendimiento.
Las plantas solares a gran escala ocupan tierras tradicionalmente destinadas a la agricultura. El crecimiento de maleza y vegetación puede ser un grave problema, ya que puede generar sombras no deseadas que obstruyan los paneles e incluso suponer un riesgo de incendio.
El proceso de segado y mantenimiento de la vegetación requiere mucho tiempo y mano de obra. Las segadoras mecánicas tradicionales y los herbicidas generan polvo y tienen un impacto medioambiental negativo. Y aquí es donde entra en escena la práctica conocida como pastoreo solar.
¿Qué es el pastoreo solar?
El pastoreo solar es una práctica de mantenimiento fotovoltaico que consiste en la utilización de rebaños de ovejas para controlar el crecimiento de la vegetación en los terrenos de las plantas solares, de la forma más natural, sostenible y efectiva posible.
¿Por qué ovejas? El tamaño relativamente pequeño de las ovejas les permite sortear las placas solares y alcanzar la vegetación que crece bajo ellas.
¿Y en cuanto a rentabilidad? Según Blogthinkbig.com, el apetito de un rebaño de unas 200 ovejas permite mantener en funcionamiento 250.000 paneles solares en alrededor de 1.300 hectáreas.
¿Qué beneficios aporta?
El pastoreo solar es una técnica de mantenimiento con mucha rentabilidad que aporta grandes beneficios. En abril de 2021, Alyssa Andrew y otros investigadores de la Universidad de Oregón publicaron en la revista científica Frontiers in Sustainable Food Systems un estudio que investiga las consecuencias de está combinación de producción solar y ganadería. Los resultados arrojaron datos muy positivos, destacando los enormes beneficios de está práctica. Estos son algunos de los que se observaron.
Para los ganaderos
Esta práctica beneficia mutuamente tanto a los ganaderos como a los desarrolladores de plantas solares. Los ganaderos se benefician de establecer contratos con las empresas solares, y disponen de nuevos terrenos fértiles para pastorear. Además, en cuanto a productividad cárnica, los corderos ganan incluso más peso pastando en este tipo de campos.
Para las empresas solares
Por su parte, las empresas solares ganan un sistema natural y ecológico para gestionar la vegetación; un sistema que apenas requiere mantenimiento ni inversión.
Para los animales
Además, también las ovejas salen beneficiadas. Disfrutan del pasto que crece en las tierras ocupadas por las placas solares, e incluso éstas les pueden servir para guarecerse del sol o de la lluvia.
Mejora del uso de la tierra
Tradicionalmente, una solución radical para el problema del crecimiento de la vegetación ha sido la instalación de las placas solares en superficies de arena u hormigón. Si bien ataja el problema de raíz, está práctica tiene un gran impacto medioambiental y un mayor impacto visual. Disponer de un sistema ecológico y rentable de mantenimiento, hace que las placas puedan instalarse en terrenos verdes y cultivables y permite un doble uso del suelo.
Reducción del riesgo de incendios
Por último, la vegetación incontrolada, si interfiere con los componentes eléctricos de las placas solares, supone un gran riesgo de incendio, especialmente en la época veraniega. El control de la vegetación mediante esta técnica ayuda a reducir exponencialmente el riesgo de incendios forestales que podrían tener un impacto ecológico y económico desastroso.