martes, abril 16, 2024

Despido Objetivo: qué es y cómo afecta

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El despido objetivo es un término utilizado para hacer referencia a un tipo de destitución laboral que se basa en causas objetivas. Esto quiere decir que el empleador tiene razones reales, demostrables y no subjetivas para extinguir el nexo laboral con el empleado.

Generalmente, ocurre por causas que no se consideran imputables desde el punto de vista jurídico. Es decir, que el empleado no ha cometido nada considerado delito. No obstante, ha demostrado no cumplir con sus labores y cometer acciones que el patrono no está obligado a tolerar. 

Para que sea efectivo, el jefe o encargado de tomar esta decisión deberá demostrar cuál es la causa de forma objetiva. En caso contrario, se considera como una decisión improcedente. Para lograr poner fin a un contrato, y despedir a un trabajador, por ley se deben cumplir todas las normas legales vigentes. 

¿Cuáles son las causas más comunes?

Existen varias razones que son empleadas como causales suficientes para un despido objetivo. Dependiendo de la situación, se puede usar una de las razones más comunes que se describen a continuación: 

  • Ineptitud del trabajador. En este caso se alega que el trabajador después de ser contratado deja de ser productivo. Asimismo, se indica en la persona que posee los conocimientos necesarios para llevar a cabo su trabajo. 
  • Falta de habilidades y competencias físicas o psíquicas. 
  • Inadaptabilidad. Por ejemplo, puede darse el caso en el que el trabajador no está familiarizado con el manejo de nuevas tecnologías, mismas que están siendo incorporadas en la empresa. También, se puede tomar de ejemplo aquellos casos en donde los trabajadores presentan dificultades para aprender hábitos y algunas normas comunes dentro del entorno laboral. 
  • Desorganización y falta de compromiso por lograr cumplir con ciertos objetivos en común. Es decir, se observa una total incapacidad y por lo tanto se considera que el trabajador impide la continuidad de las labores. 
  • Asimismo, las inasistencias al trabajo son otra causa común. Aunque estén justificadas lo importante es la cantidad de desfiles que esto sucede. Al superar el porcentaje máximo de faltas permitidas dentro del reglamento interno se puede hacer un llamado de atención. 

En el caso del despido objetivo, se necesita demostrar los puntos antes descritos. Se tiene en cuenta que este cese de la relación laboral es un derecho que tiene el patrono, quien tiene la potestad de sustituir a empleados que no cumplan con sus expectativas. 

¿Cuándo se hace efectivo el despido objetivo?

Una vez que se ha hecho saber las intenciones de despido, se procede a presentar todas las pruebas que evidencian las causantes usadas para respaldarlo. 

Es importante hacer este despido por la vía legal, ya que de otra forma sería considerado como un proceso que podría llevarse a juicio; o tener que indemnizar a la persona despedida. 

También, se hace efectivo cuando la ineptitud del trabajador es conocida por varias personas que pueden corroborar su conducta. A mayor cantidad de testigos, aumentan las probabilidades de lograr el despido. 

Asimismo, cuando se trata de un problema de adaptabilidad. Se aplica cuando se demuestra que todas las modificaciones operativas y técnicas no han sido suficientes. 

¿Se puede hacer durante los periodos de prueba?

Los periodos de prueba están destinados a ayudar a los candidatos a formarse y mejorar sus habilidades, al mismo tiempo que adquieren nuevos conocimientos. 

En estos casos en específico, los jefes o encargados podrían tomar la decisión de prescindir de un candidato. Sin embargo, al no estar contratado oficialmente solamente se cumple con notificar y pagar el equivalente de un salario medio.  

Legalmente, no se puede hablar de despido efectivo hasta que hayan pasado dos meses desde que finalizó el periodo de prueba inicial.

¿Cuáles son los requisitos básicos?

Para que sea un despido legalmente constituido, y respaldado, se debe de cumplir con una serie de requisitos básicos. Para empezar, si se quiere usar este término (despido efectivo); entonces solo aplica al cuando nos referimos al despido de un número limitado de personas. En caso contrario, podría ser catalogado como un despido colectivo. 

El primer paso es enviar un comunicado por escrito al trabajador. Allí se indican las razones del despido. Se debe explicar de forma clara y precisa para evitar confusiones. Además, dicha comunicación debe entregarse en un plazo de preaviso con un mínimo de 15 días de duración. Es decir, desde antes del día en que finaliza el contrato. 

También, en la carta se incluye información relacionada a cómo se realizará el proceso de indemnización. El pago es equivalente a veinte días por año de servicio y se puede dividir en 12 mensualidades. 

¿Cómo se puede impugnar?

La impugnación debe basarse en hechos que demuestran que no se ha cumplido con todos los requisitos anteriormente señalados. La persona a ser despedida debe mostrar evidencias, la cuales dejan en claro que dicho procedimiento es ilegal y no se fundamenta en evidencias concretas. 

Asimismo, es posible impugnar cuando el jefe, o empresa contratante, no ha cumplido con todas las normas. Igualmente, es el caso cuando no se puede acreditar la causa. Estos despidos también se impugnan cuando se ha incumplido con el plazo de los 20 días para hacer el reclamo. 

Los efectos del despido objetivo

Generalmente, ante un despido objetivo se decide llevar a juicio al empleador y a todas las partes implicadas. La persona afectada tiene derecho a dirigirse a la jurisdicción laboral correspondiente en donde presentará su caso. Este es el inicio de un proceso en donde se trata de lograr que un tribunal decida si el despido es procedente o improcedente. 

Primero, se obliga a que ambas partes lleguen a un acuerdo mediante un proceso de conciliación. En caso de no llegar a una conclusión favorable para ambas partes, se procede a interponer la demanda de despido. 

Estadísticamente, la mayoría de los despidos de este tipo suelen resolverse en los tribunales. En caso de que el juez decida que el despido es procedente, se convalidan los efectos de dicha decisión. 

¿Qué pasa si el despido es declarado improcedente?

Por otra parte, si el despido es calificado como improcedente, se establece cuáles son los requisitos legales que han faltado. Entonces, se decide si el trabajador debe ser readmitido a su puesto; o en cambio se debe aumentar el valor económico de la indemnización. 

También, se puede dar el caso de que se declare como nulo; ya que se percibe hay una motivación discriminatoria en el despido Igualmente, es anulado el despido si se dictamina que va en contra de los derechos fundamentales del ciudadano. 

Diferencias con el despido disciplinario

Es común que el despido objetivo se haya confundido con el despido disciplinario. Hay varios aspectos a tener en cuenta que los diferencian entre sí. Para empezar, el despido disciplinario es causado por razones que son comprobables y atribuibles al trabajador. 

Además, cuando esto ocurre no se procede a realizar un proceso de indemnización, ya que por ley no tiene derecho. Es decir, se considera que el trabajador comete una indisciplina que es penalizada con el cese de la relación laboral y retirando cualquier compensación.

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